martes, 14 de junio de 2011

MALVINAS NUESTRA HERMANITA PERDIDA

Este monumento recordatorio está sobre la calle San Juan en Gral Roca y fue inagurado el 2 de abril


HOY SE CONMEMORA LA CAPITULACIÓN DE LA GUERRA DE MALVINAS.

Hace 29 años un 2 de abril gritábamos de júbilo porque se ocuparon las Islas Malvinas. En Buenos Aires se hicieron colectas, la gente estaba enfervorizada. Yo trabajaba en una escuela primaria en el Partido de Vicente López y se anunciaba que teníamos que hacer ciertas prácticas de aprendizaje de evacuación etc. Una vez nos reunieron en la Municipalidad de Vicente López para decirnos que lo que necesitaba el ejército era plata y no gorritos de lana tejidos. El silencio fue de sepulcro. Este señor, un militar era el Intendente en ese momento. Cuando terminó la guerra la escuela quiso hacer un homenaje a un excombatiente y el Intendente fue invitado. Con cara muy adusta se retiró al son de la canción en homenaje de Malvinas. 

EN LA PLATA POR MEDIO DE UNA ORDENANZA LA BANDERA FLAMEA A MEDIA ASTA
En cumplimiento de la Ordenanza Nº 10707, el concejal de la ciudad de La Plata y veterano de Malvinas, Gustavo Luzardo, realizó este martes en la plaza Moreno, un sencillo pero sentido homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas, en su día.



“Esta ordenanza tiene un vencimiento, que ojalá sea pronto, que dice que esta ordenanza caducará cuando la bandera flamee en territorio de Malvinas y si así no lo fuera, cuando pasen los años y los hijos o los nietos les pregunten a sus padres y a sus abuelos por qué la bandera está a media asta les van a decir que el 14 de junio es el Día de los Veteranos y de los Caídos en Malvinas”, agregó.
Fuente: NOVA

PALABRAS DE VETERANOS DE MALVINAS
El regreso a casa: Al partir de las islas fuimos a Monte London, y de allí a Puerto Argentino. “Nos dijeron que volveríamos como héroes. Pero llegamos el 14 de Junio de noche, como escondidos”. A partir de entonces comenzó el peregrinaje por el reclamo de sus derechos. Nos contaron de sus 120 días de acampe en Plaza de Mayo para la unificación de las pensiones. Y que hoy siguen peleando por el reconocimiento, tanto económico como social. Para ellos la guerra no terminó: vuelven a ella cada noche que tienen pesadillas con los tiros y las bombas. De la guerra aprendieron que la vida es una guerra constante, y los hizo parte de una hermandad, donde “después de la guerra, también nos apoyamos espalda con espalda”.


El paso del tiempo fue impiadoso con muchos de los soldados, y allí es donde cobra fuerza eso de que la vida es una guerra constante: en Malvinas murieron 649 soldados, pero después de Malvinas murieron 700 a causa de secuelas de guerra, sean psicológicas o físicas.

Claudio dice: “Malvinas es una herida aun abierta para los argentinos, algo que se tiene que negar y ocultar, por eso esta desmalvinización constante y sistemática, desde el gobierno militar, pasando por los democráticos, que nos dejó en el camino la lista de más de 700 muertos en la posguerra. Pero las decisiones políticas no pueden empañar, ocultar la gesta de Malvinas, esos 76 días donde nos volvimos hombres del día a la noche, conviviendo con la muerte, el frío y el hambre, donde se combatió hasta el final en condiciones muy desfavorables, pero con mucho valor, y como entonces no claudicaremos, los veteranos de guerra seguiremos como en Malvinas codo a codo, espalda con espalda luchando por nuestros derechos ganados con creces, por nosotros pero especialmente por nuestros 649 caídos los verdaderos héroes, los que no dudaron en cumplir con su juramento de ‘defenderla hasta perder la vida’».

El paso más importante será conseguir que como sociedad entendamos que les debemos este reconocimiento a nuestros veteranos como parte de la agenda diaria, y no sólo para la medalla, la placa, o el 2 de abril. Cuando ellos dicen “hacemos más por no ser olvidados que por no morir”, la crudeza de la frase te golpea la cara, y también el corazón; y uno cae en cuenta que la cuestión ya dejó hace rato de ser Malvinas en sí misma. Ya no se trata de ganar o perder una guerra: ganar o perder no le hubiera hecho diferencia alguna a quien perdió su ser querido en ese suelo; se ganó o se perdió de acuerdo a lo que cada uno dejó en las islas, o se pudo traer de ellas. Nuestros veteranos cargan con un bagaje de recuerdos, vivencias y experiencias intransferibles, imposibles de narrar. Entonces será hora de que como sociedad les brindemos nuestro respeto, apoyo, y algo más que también sea difícil de expresar con palabras


Fuente: facebook

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