lunes, 14 de febrero de 2011

SAN VALENTIN DIA DE LOS ENAMORADOS



 El origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.



Es en estas circunstancias  cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.

Pero que podemos decir realmente del enamoramiento y los hechos posteriores al mismo. Erich Fromm en su libro "El arte de amar" hace unas consideraciones dignas de meditar y tener en cuenta para  las nuevas parejas. 

"Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como somos todos, dejan caer de pronto la barrera que los separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y exitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor, es por su propia naturaleza, poco duradero.
Cuando las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, termina por matar lo que pueda quedar de la exitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo ésto: en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar "locos" el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuándo sólo muestra el grado de su soledad anterior"  
Este párrafo lo van a encontrar en la página 6 del libro "El arte de amar" de Erich Fromm. Lo puede encontrar en Internet:



2 comentarios:

Chela dijo...

Querida tocaya:

Lo que dice Erich Fromm y tu recoges en el post, es cierto.

Una cosa es la atracción sexual, la pasión incial, y otra el amor verdadero, ese que perdura después de todos los avatares, rutinas, desencantos, etc. y que resurge a partir de la comprensión, de nuevas conquistas, convertido en un sentimiento duradero y sereno que, sin olvidar el sexo, sabe más de ternura y apoyo mutuo que de delirios y éxtasis efimeros.

Un cariñoso saludo.

Isabel dijo...

Gracias Chela por tu visita, tu reflexión es muy atinada y si la humanidad aprendiera un poquito de estas reflexiones la sociedad andaría más por el camino correcto.

Lo triste son los resultados de éstos errores. Besos