Marta Such nacida en Zapala, vive actualmente en Alta Barda en Neuquén.Aborda la temática del trabajo y especialmente el tema de la producción frutícola, sin embargo los temas políticos también los representa. Su trabajo es impactante, con un manejo del espacio y del color que asombra.
Los hechos del pasado quedan plasmados en las pinturas de Such y con sus trazos nos transmite una energía dinámica que trasciende lo plástico. Emotividad, compromiso, la construcción de un presente en el ayer que empuja y reclama soluciones. Su arte muestra hechos, sucesos que se desarrollaron en Neuquén y comenzaron a movilizar a distintos grupos en apoyo de los obreros. Se inicia así un hecho social sorprendente.
Algunas de las series de Such que están expuestas son "Cosas de mi tierra I (1982)", "Amar en tiempos de guerra (1997)", "Tiempo de cosecha (2001)" y "de Guerreros y Maestros (2007)".
"Pinto porque lo que más me gusta es pintar, y no puedo dejar de hacerlo porque para mí es como dejar un testimonio. Los verdaderos cronistas de la historia fueron pintores, escultores y grabadores. La historia de la humanidad se pudo reconstruir gracias a aquel que tomó un pedazo de carbón y dibujó algo en la pared", explica.
"Vengo de una familia de Zapala donde a principios de siglo se bailaba y se asistía al teatro en el viejo hotel de Doña Paca. Me crié con un abuelo anarquista, un tío estalinista, mi abuela marxista y mi padre peronista. Mis oídos fueron acariciados por todos ellos y sus palabras me quedaron grabadas para siempre".
Este último párrafo me confirma la importancia de la comunicación en la familia. Esa transmisión oral que enriquece y que desde niños va cimentando y transmitiendo la cultura. Hoy en día las familias apartadas de su lugar de origen se ven impedidas de disfrutar de sus seres queridos y ésto sucede en todo el mundo. Obligados por las circunstancias económicas la gente emigra con la esperanza de mejorar su situación.
Fotos: Isabel
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