sábado, 1 de mayo de 2010

DIA DEL TRABAJADOR



En noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor, allí se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligara al sector patronal estadounidense a respetar la jornada de ocho horas, y si no, se iría a la huelga, con mítines y concentraciones obreras.

Gracias a la incansable lucha del trabajador mecánico Ira Steward, en 1886, el Presidente de los Estados Unidos Andrew Johnson había promulgado la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Pero esta Ley no se cumplió, por lo que las organizaciones laborales y sindicales de USA comenzaron a luchar por su cumplimiento.

El 1º de mayo de 1886, los obreros unidos exclamaban: "A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más". Con la negativa de la patronal, los obreros, (350.000 trabajadores), organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas.

EN CHICAGO SE DESATÓ LA VIOLENCIA

El Chicago Tribune, según detallan las crónicas, publicó: «El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas», y pedía para éstos prisión y trabajos forzados como «l única solución posible a la cuestión social».

Los enfrentamientos de los trabajadores de la fábrica McCormik llevaban más de dos meses de agitaciones, con los patrones y rompehuelgas contratados para tales efectos.

El 1º de mayo de 1886 el choque fue violento. Al día siguiente intervino la policía para dispersar a más de 50.000 manifestantes. El 4 de mayo se congregaron los obreros frente a la McCormik.

Fue rechazada la manifestación y hubo 6 muertos y numerosos heridos.

Se realizó un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra. En pleno acto, la policía recibió órdenes de dispersar a los asistentes. Una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales, con un saldo de seis policías muertos, lo que provocó una reacción mayor de las fuerzas policiales que atacaron despiadadamente con un resultado de 38 muertos y 115 heridos.

LOS MÁRTIRES DE CHICAGO

El 9 de octubre de 1886, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos dictaminó que siete de los acusados fueran condenados a muerte en la horca. Ellos eran: Albert Parson, August Spies, Samuel Fielden, Michael Schawab, Adolph Fisher, Louis Lingg y George Engel.

Oscar Neebe, fue condenado a 15 años de prisión. Más adelante, a dos de los condenados a la horca, Fielden y Schawab, le conmutaron esta pena por prisión perpetua.

El 11 de noviembre de 1887 fue la fecha de la ejecución de los mártires de Chicago.

“Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy. Este es el momento más feliz de mi vida.” Últimas palabras de Spies.

LO QUE SUCEDIÓ DESPUÉS

Después de realizarse el Congreso Internacional de Trabajadores en julio de 1889 en París, fijaron el día 1º de mayo como día de ratificación de los derechos de los trabajadores y de reclamos contra las arbitrariedades sociales.

Al año siguiente, en 1890, quince naciones reunidas en Berlín, realizaron el tratamiento de la intervención del Estado en lo relacionado a las tareas laborales. Así nació la idea y la necesidad de crear un organismo internacional que velara por los Derechos y Deberes emanados del trabajo, así como informar y asesorar.

Así nació la Oficina Internacional del Trabajo, que más adelante se transformó en OIT (Organización Internacional del Trabajo), con residencia en Ginebra, bajo el control de las Naciones Unidas.
Pintura: Quinquela Martín
Los logros humanos de mejoras para el trabajador costaron sangre de los luchadores que se atrevieron a enfrentar a los poderosos que cegados por la ambición oprimían a los obreros que no tenían ningún respaldo del Estado ni tampoco Sindicatos que los agrupara, por eso este es un Día de recordación mundial.

No hay comentarios: